Unas llamas se deslizaban en el río, pequeñas llamas verdes, rojas, blancas, persiguiéndose y alcanzándose, uniéndose y cruzándose entre sí. Observábamos el espectáculo y esperábamos con paciencia. No se podía hacer nada más mientras no terminara la marea. Pero sólo después de un largo silencio, volvió a hablar con voz temblorosa: “supongo que sí recordarán que en una época fui marino de agua dulce”. Si empezaba a hablar, sé que estábamos predestinados a escuchar otra de sus incansables experiencias. |
jueves, 20 de noviembre de 2008
Dictado tema2 (tilde diacrítica)
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2 comentarios:
me parece que ice muchas faltas antonio jajaja
bueno aora corrijo el dictado
Hola: gracias por tu ayuda en mi blog. Creo que voy a hacer yo también un blog colgando los materiales que voy haciendo para mis alumnos.
Un saludo ;)
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